
Ciudad de México, 7 de julio de 2025.

Por: Alejandro Martí, especialista en energías limpias y director general de DISRUPTIK
Introducción
Imagina que pudieras guardar la electricidad como si fuera agua, la cual se almacena en lagos, presas, tanques elevados, grandes cisternas, tinacos, garrafones y hasta en botellas de consumo personal.
Ahora imagina que podamos usarla justo cuando más la necesitas sin depender de su producción ni de los pozos de agua. Eso es, en esencia, lo que hacen los Sistemas de Almacenamiento de Energía (SAE): capturan energía en momentos en los que sobra, y la liberan cuando hace falta.
El almacenamiento de energía no es nada nuevo, desde que nacimos ya se usaban las baterías de forma regular para dispositivos móviles como relojes, lámparas, juguetes, grabadoras, los revolucionarios walkman, etc. la diferencia es que ahora esta tecnología la podemos utilizar en gran escala para alimentar ciudades completas.
Hoy, el mundo y México, están cambiando la manera en que generan electricidad. Las fuentes energía renovable como el sol y el viento son cada vez más importantes, pero no siempre están disponibles: el sol no brilla de noche y el viento no siempre sopla. Al mismo tiempo, la demanda de electricidad cambia constantemente, lo que puede generar momentos de exceso o escasez.
En este contexto, los SAE juegan un papel clave no solo para integrar mejor las energías limpias, sino también para hacer más eficientes las centrales eléctricas que funcionan con combustibles fósiles, como las de ciclo combinado a gas natural. Leíste bien, también sirven para generar ahorros sustanciales en sistemas convencionales con ausencia de energías renovables.
Una analogía sencilla: el automóvil híbrido
Piensa en un auto que solo usa gasolina: su rendimiento varía según la velocidad, el tráfico y el terreno. Ahora imagina que lo conviertes en un auto híbrido instalándole una batería y un motor eléctrico. ¿Qué sucede? que sin cambiar el combustible consume menos gasolina, tiene una mayor autonomía, aumenta su potencia y es más eficiente, lo que se resume en menores costos de combustible y mantenimiento. Ahora magina que sustituyes la gasolina por energía solar, ¿que tal? Mucho mejor verdad, si aumentamos la cantidad de baterías lo convertimos en un auto 100% eléctrico y así eliminamos completamente las emisiones de ese auto.
Lo mismo ocurre en el sistema eléctrico. Si una planta de gas opera sola, tiene que estar acelerando y frenando constantemente para seguir los cambios de consumo (como si condujera en tráfico pesado). Pero si la combinamos con un sistema de almacenamiento, este actúa como su “batería y motor eléctrico”: absorbe las variaciones, reduce los picos de demanda y le permite operar a un ritmo más constante y eficiente. Es decir, convierte una planta convencional en una planta híbrida, más moderna, limpia y confiable.
Este tipo de sinergia entre generación convencional y almacenamiento está transformando a la industria eléctrica en el mundo y la forma en que generamos, transmitimos, distribuimos y usamos la energía. Y es fundamental para que México logre un sistema eléctrico más económico, seguro y sostenible.
¿Qué es un Sistema de Almacenamiento de Energía?
Un SAE es una tecnología que permite guardar electricidad en momentos de baja demanda o alta generación, para luego liberarla cuando más se necesita. Aunque las baterías de iones de litio son actualmente las más comunes, existen otras tecnologías como:
Baterías de flujo
Almacenamiento térmico
Almacenamiento hídrico
Aire comprimido
Volantes de inercia
Hidrógeno verde
Más allá de simplemente “guardar y entregar”, los SAE pueden interactuar activamente con la red eléctrica para ayudar a mantenerla estable, confiable, eficiente y contribuir con el cumplimiento de los objetivos para combatir el cambio climático.
Beneficios Generales de los SAE
1.- Balance entre generación y consumo.
Ayudan a que siempre haya la cantidad correcta de energía fluyendo en la red, evitando apagones o fluctuaciones peligrosas.
2.- Integración de energías renovables.
Permiten que la energía solar o eólica se use incluso cuando no hay sol o viento.
3.- Reducción de costos del sistema eléctrico.
Disminuyen la necesidad de encender plantas de respaldo caras y contaminantes.
4.- Ahorros para usuarios industriales.
Reducen los cargos por demanda máxima y permiten consumir energía cuando es más barata.
5.- Reducción de emisiones.
Apoyan la descarbonización del sistema eléctrico al minimizar el uso de plantas fósiles ineficientes.
6.- Mejora en la calidad del suministro.
Ayudan a mantener voltajes y frecuencias dentro de parámetros seguros.
Aplicaciones clave de los SAE en el Sistema Eléctrico Nacional
1. Regulación de frecuencia
La electricidad debe fluir a una frecuencia constante (60 Hz en México). Si la frecuencia sube o baja, los equipos eléctricos pueden dañarse. Los SAE pueden responder en milisegundos para corregir estas variaciones, algo que ni siquiera las plantas más modernas pueden hacer tan rápido.
2. Rampa de potencia
Cuando una planta solar reduce repentinamente su generación (por ejemplo, cuando pasa una nube), el SAE puede intervenir inmediatamente para suavizar el cambio y evitar problemas en la red.
3. Transmisión virtual
En zonas donde las líneas de transmisión están saturadas, los SAE pueden almacenar energía localmente y liberarla en otro momento, evitando la necesidad de construir costosas nuevas líneas de transmisión.
4. Despacho económico (arbitraje)
Permiten almacenar energía cuando es barata (por ejemplo, al mediodía) y liberarla cuando es cara (por la noche), mejorando la eficiencia y competitividad del sistema.
5. Servicios auxiliares (o conexos)
A continuación describimos las funciones especializadas que los SAE pueden prestar a los sistemas eléctricos para apoyar su funcionamiento técnico:
Servicio Conexo | Función |
Regulación primaria | Ajuste rápido de frecuencia ante pequeñas desviaciones |
Regulación secundaria | Mantenimiento del equilibrio por más tiempo |
Control de tensión | Inyección o absorción de energía reactiva |
Black start | Capacidad de reiniciar una red desde cero en caso de apagón |
Rampa de potencia | Capacidad en cambiar la potencia, aumentando o disminuyendo |
Reserva giratoria | Soporte inmediato en caso de fallo de una planta |
SAE a gran escala vs. SAE industriales
SAE a gran escala
Están conectados directamente a la red nacional.
Su función es estabilizar el sistema completo.
Se instalan en zonas con alta generación renovable, convencional o congestión de red.
Son operados por generadores, transportistas o proveedores de servicios especializados.
SAE en industrias
Se instalan en fábricas, hospitales, centros comerciales, parques industriales, etc.
Permiten: Ahorrar en tarifas y cargos por demanda.
Garantizan energía continua ante apagones.
Participan en esquemas de energía distribuida o venta de servicios a la red (donde se permite).
Casos de éxito internacionales
Estos son algunos casos de éxito, sin embargo, estos sistemas se están instalando en todo el mundo y México no será la excepción.
California, EE. UU.: Más de 15,000 MW en baterías operando para apoyar renovables, evitar apagones y estabilizar el mercado, de los cuales poco mas de 2,000 MW son comerciales e industriales.
Chile: Cuenta con 1,000 MW en operación y 2,000 MW en proceso de construcción además de otro tanto en fase de desarrollo. Entre ellos los proyectos de baterías conectados a plantas solares en el desierto de Atacama para almacenamiento nocturno.
Australia: Más de 5,000 MW operando y 8,000 MW en construcción, utilizados para apoyar renovables, plantas de generación virtuales, bombeo hidroeléctrico, evitar apagones y estabilizar el mercado. Baterías como la Hornsdale Power Reserve han demostrado eficiencia en respuesta rápida y control de frecuencia.
¿Por qué son importantes para México?
México tiene un creciente consumo eléctrico que aumenta cada año y también tiene centrales eléctricas de fuentes renovables, especialmente solar y eólica. Pero para aprovecharlas plenamente y evitar que se desperdicien, los SAE son fundamentales.
Además, el sistema eléctrico mexicano enfrenta desafíos como:
Zonas con sobrecarga en líneas de transmisión.
Crecimiento de la demanda industrial.
Necesidad de reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
Los SAE ofrecen una respuesta flexible, limpia y económica para todos estos desafíos.
Retos actuales
La regulación actual en México aún no reconoce plenamente todos los servicios que los SAE pueden ofrecer.
Los tomadores de decisiones del desarrollo del sistema eléctrico como la SENER, CFE y la CNE desconocen los beneficios de esta tecnología que esta revolucionando la industria a nivel mundial.
Falta claridad sobre cómo serán remunerados por sus servicios.
Los modelos de negocio aún se están desarrollando.
Algunos de los mitos de los SAE que generan paradigmas.
Son demasiado costosos y no son rentables – falso.
Son peligrosos – falso.
Ocupan mucho espacio – falso.
Solo sirven para respaldo – falso.
No funcionan con energías fósiles – falso.
Duran muy poco – falso.
Es una tecnología no madura – falso.
Conclusión
Los Sistemas de Almacenamiento de Energía son una de las herramientas más poderosas y versátiles para modernizar el sistema eléctrico de México. Permiten aprovechar mejor las energías limpias, mejorar la eficiencia de las plantas convencionales, evitar apagones, reducir costos y construir una red eléctrica más resiliente y sostenible y sobretodo generar ahorros sustanciales que permiten acceso a energía mas barata. Evitan que se hagan grandes inversiones innecesarias en nuevas centrales, eléctricas y nuevas líneas de transmisión que no son necesarias.
Son, en muchos sentidos, el puente entre el sistema eléctrico que tenemos y el que necesitamos.
Próximos pasos sugeridos
1.- Impulsar una regulación clara y específica que permita la participación de los SAE en todos los niveles del sistema eléctrico.
3.- Fomentar proyectos piloto en zonas estratégicas.
3.- Ofrecer incentivos para industrias que adopten estas tecnologías.
4.- Incluir los SAE en los planes estatales y federales de transición energética.
5.- Promover el conocimiento general sobre su funcionamiento y beneficios.
Sandra Aguilar, Consultora en Medios, Cel. 55 4520 0694, sagrariovillarreala@gmail.com
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