julio 26, 2024

EMPREFINANZAS

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Criterios generales de política económica para México en 2021

Rodrigo Hernández

Las conclusiones para 2021 son malas decisiones, ocultamiento de la verdad, y una continuación del ataque a la propiedad privada, la santidad de los contratos, el Imperio de la Ley y al sector privado en general.

Javier Milei, Economista: La incertidumbre es aún peor que el riesgo, porque ustedes el riesgo lo pueden cuantificar. La incertidumbre no… A la postre todo esto se manifiesta en tasas de interés estratosféricas, y eso cuando ocurre el valor presente de las inversiones vale mucho menos, y por ende hay menos inversión, capital per cápita, menos productividad, menores salarios, nos empobrecemos.

El documento Criterios Generales de Política Económica (CGPE) para el ejercicio fiscal 2021 en México, es la repetición de la delusión bajo la que vive esta administración. Acierta en reconocer que se ha vivido la primera contracción económica global por diseño de la Historia, en un entorno de poca información, con un virus y enfermedad nuevos, sin vacuna, sin cura conocida, con mecanismos de transmisión, tasas de contagio y de mortalidad desconocidos.

De forma completamente previsible, este reconocimiento se usa como escudo y excusa para la crisis económica provocada internamente por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, previo al tema sanitario. De igual forma, queda manifiesto el error de perspectiva del gobierno y sus asesores en el documento al insistir en la trampa Keynesiana de la ¨actividad económica agregada¨, y culpando a la expectativa de una pronunciada reducción de la demanda global. Es la continuación de la demand-side-economics del viejo sistema.

Otro de los múltiples errores que contienen los CGPE es ocultar el incremento en la deuda externa real en dólares. En la primera mitad de 2020 efectivamente el movimiento en el tipo de cambio llevó a un aumento en el valor de la deuda externa expresada en moneda nacional. Es una omisión mayor que por cerca de un año ha impulsado el Ejecutivo federal distorsionando la realidad.

En un anterior artículo, resumía que contrario a lo que se informa, en México la deuda pública ha seguido creciendo no solamente por ajuste cambiario dada la debilidad e inestabilidad del peso por causas endógenas. En tan solo un mes, del 20 de febrero al 20 de marzo, el peso se desplomó un 30% rebasando los 25 pesos por dólar. Si bien se agravaba bajo el contexto de desaceleración económica global y el comienzo del cierre de fronteras, la depreciación no fue efecto de crisis internacionales ni atribuible a la pandemia.

Más adelante, el documento señala que ¨a diferencia de las dos contracciones económicas severas previas, en esta ocasión se evitó tomar medidas procíclicas. En las crisis anteriores hubo aumento de impuestos y, en el caso de 1995, disminución del gasto.¨ Lo que es tanto una premisa falsa, como mala teoría económica. No solamente porque no fue una crisis del sistema financiero, ni cíclica. Sino que aún ante la caída de la actividad y de la recaudación en 2020; mantuvieron el elevado gasto clientelar y dispendioso, no bajaron impuestos, ni difirieron el pago de los mismos, y al mismo tiempo obligaron a los negocios a cerrar sus puertas.

En realidad sí se han impuesto nuevas y mayores contribuciones, desde el ámbito local, estatal, e incrementos en tasas federales como el IEPS a hidrocarburos. Sí se ha recurrido a endeudamiento adicional, indebidamente se agotó el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), y la presunción de 300 mil millones de pesos en inversión privada para infraestructura se mantiene como un ejercicio mediático. Sin olvidar, el ataque sobre los fideicomisos para hacerse de recursos para gasto corriente y clientelar.

Numerosas premisas contenidas en el documento son falsas y absurdas. Asumir un crecimiento del 4.6% del PIB en 2021 es irreal. Que el precio de la mezcla mexicana de petróleo suba a 42.1 dólares por barril es factible pero muy por encima del precio actual; lo que es irresponsable y riesgoso. Que la plataforma de producción de petróleo de PEMEX suba a 1,854 millones de barriles diarios es la misma mentira de 2020.

Que la inflación sea del 3% es tanto irreal como engañosa. No solamente porque depende de la acción del Banco de México (Banxico), el monopolista monetario. Sino porque está mal medida por el INEGI bajo una canasta diminuta y arbitraria de bienes, siguiendo la convención del IPC. En realidad la inflación es un fenómeno monetario.

Anuncian también que asumen una tasa de interés del 4%, lo que resulta distinto a lo anunciado hasta el momento el mismo Banxico tiene una meta superior en 4.25%. Presumen que los pesos por dólar serán 22.1 promedio y 21.9 de cierre, optimista e incierto. En fin, las premisas endebles continúan a lo largo del documento. Las interpretaciones convenientes al régimen son inacabables, y las conclusiones para 2021 son malas decisiones, ocultamiento de la verdad, y una continuación del ataque a la propiedad privada, la santidad de los contratos, el Imperio de la Ley y al sector privado en general.

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