julio 26, 2024

EMPREFINANZAS

ABRIENDO NUEVOS CAMINOS HACIA LA INFORMACION

El punto sobre la i

Arturo Damm

Votar no es sinónimo de democracia. Una votación que pretenda arrebatar derechos no es más que el encubrimiento popular de la autocracia.

Jesús Silva-Herzog Márquez

Gobierno, ¿para qué? Democracia, ¿para qué? ¿Cuáles son las legítimas tareas del gobierno? ¿Qué es lo que debe decidirse en función de la voluntad de una mayoría? El gobierno, ¿debe hacer todo lo que puede hacer? Todo, ¿debe decidirse democráticamente? ¿Qué sucede cuando se combina la creencia de que el gobierno debe hacer todo lo que puede hacer con la creencia de que todo debe decidirse democráticamente, porque por encima de la ley está “la sabiduría del pueblo” que bien puede ser el capricho de una mayoría? ¿Qué sucede cuando se decide democráticamente lo que el gobierno debe hacer? Se violan derechos, momento de recordar que la esencia de la convivencia civilizada es, precisamente, el respeto a los derechos de los demás, lo cual nos lleva a estas otras preguntas, cuyas respuestas correctas urgen: ¿qué son los derechos?, ¿qué son las leyes justas?, ¿qué es la justicia?

Si la esencia de la convivencia civilizada es el respeto a los derechos de los demás, el límite de la democracia, del poder de los ciudadanos para decidir por medio de votaciones, es el derecho de los demás a la vida, la libertad y la propiedad, lo cual nos lleva a este principio: “Respetando los derechos de los demás, haz lo que quieras”. No debe sujetarse a votación si una persona debe vivir o morir, si una persona debe ser encarcelada o no, si una persona debe ser o no privada de sus propiedades, lo cual no quiere decir que, si alguien viola derechos de terceros, y si así lo determina el marco legal vigente, que debe hacer valer la justicia, ese alguien no deba ser, o privado de la vida (pena de muerte), o privado de su libertad (encarcelamiento), o privado de sus propiedades (confiscación de bienes).

¿Qué es lo que debe decidirse democráticamente, en función de la voluntad de una mayoría? Quién va a gobernar pero no cómo va a gobernar. Se debe gobernar, usar los podres del gobierno para obligar, prohibir y castigar, en función de lo que les leyes le permiten y prohíben al gobernante, no en función de lo que, en cada momento, quiera una mayoría, cualquiera que ésta sea. La democracia debe ser una manera de elegir gobierno, no una manera de gobernar, si bien es cierto que algunas decisiones, sobre todo en el ejercicio del poder Legislativo, que es el poder para hacer leyes, deben tomarse de manera democrática, en función de la voluntad de la mayoría de los legisladores, pero siempre con el límite ya señalado: el respeto a los derechos.

El ejercicio de los poderes Ejecutivo y Judicial nunca debe decidirse democráticamente, en función de la voluntad de una mayoría, sino legalmente, en función de lo que la ley le permite y prohíbe a cada uno de ellos, leyes que deben redactarse con el fin de garantizar los derechos de los ciudadanos, lo cual quiere decir que las leyes deben ser justas, siendo tales las que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de las personas. Si el ejercicio de los poderes del Ejecutivo y Judicial se decide por votación, en función de lo que una mayoría considera que debe ser, se cae, no en la dictadura de uno, sino en la dictadura de muchos, que pueden estar manipulados por uno. Si el ejercicio de los poderes del Ejecutivo y Judicial se decide por votación, en función de lo que una mayoría considera que debe ser, se tiene una de las peores inseguridades, la jurídica, contraria al Estado de Derecho, que defino como el gobierno de las leyes justas, inseguridad jurídica propia del Estado de chueco, que defino como el gobierno de la voluntad de uno o de muchos, que bien puede ser, como lo señala Silva-Herzog, el encubrimiento popular de la autocracia.

Por ello, pongamos el punto sobre la i.