¿Por qué no ha habido un considerable repunte en la inflación y por qué tampoco se espera uno en los próximos años?
Entre las cosas que hay que destacar de esta recesión es que la inflación ha tenido un comportamiento relativamente aceptable. Ha aumentado pero, por lo menos hasta julio, se mantuvo dentro de la meta de inflación del Banco de México: tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error.
Terminamos el año pasado con una inflación anual del 2.83 por ciento, que subió hasta 3.70 en febrero, para bajar hasta 2.15 en abril (la segunda más baja desde que se lleva este registro: la mínima histórica es la de diciembre de 2015, 2.13 por ciento), para alcanzar 3.62 en julio pasado, lo cual dio como resultado un repunte, de abril a julio, de 1.47 puntos porcentuales, equivalentes al 68.4 por ciento, ¡que no es poco! Sin embargo, la inflación todavía se encuentra dentro de la meta de inflación del Banco de México, es decir, dentro de la permitida.
(Una discusión interesante es si es correcto que los bancos centrales tengan metas de inflación, es decir, si es correcto que acepten, ya sea porque lo generan, ya sea porque lo permiten, cierto porcentaje de pérdida en el poder adquisitivo del dinero de la gente. Si me preguntan respondo que no. Con la mentada meta de inflación, en lo que va del siglo XXI, se ha acumulado en México una inflación del 122.4 por ciento, algo inaceptable).
Según los resultados de la encuesta del Banco de México a los especialistas en economía del sector privado, correspondiente a julio, y considerando la media de las 36 respuestas recibidas, la inflación para los próximos tres años será: 2020, 3.63 por ciento (rango entre 3.10 y 4.30); 2021, 3.56 por ciento (rango entre 2.80 y 4.40); 2022, 3.59 por ciento (rango entre 3.00 y 5.70). En cada caso, considerando la media, se espera que la inflación termine dentro de la meta del banco central.
La pregunta inevitable es, ¿por qué, si en términos generales la mayoría las variables económicas (PIB, inversión fija bruta, consumo privado, balanza comercial, empleo, etc.), han tenido un desempeño entre pésimo y desastroso, el comportamiento de la inflación, al ubicarse dentro de los límites de la meta de inflación, que no se ha modificado desde 2001, puede considerarse, pese al repunte de los últimos meses, como bueno? En pocas palabras, ¿por qué no ha habido un considerable repunte en la inflación y por qué tampoco se espera uno en los próximos años?
Tres pueden ser, ceteris paribus, las causas de un repunte en la inflación: (i) menor oferta; (ii) mayor demanda; (iii) menor oferta y mayor demanda. Hoy en México tenemos menor oferta (que presiona la inflación a la alza) y menor demanda (que la presiona a la baja), menor demanda que, hasta cierto punto (al final de cuentas la inflación sí ha repuntado), ha compensado a la menor oferta.
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