Para enfrentar los retos que impone la pandemia, las empresas necesitan sobrerreaccionar, menos que eso es insuficiente

Ciudad de México, 2 de julio de 2020.

Jesús González

Dirige JG Instructores desde 1995. Su misión es ayudar a personas y organizaciones a potenciar su verdadera capacidad. Ha participado en diversos tipos de proyectos en instituciones como The University of Toyota (California, USA), TEC de Monterrey (México y Ecuador), UDLA (México y Quito, Ec.), UVM, IEU, UPAEP, BUAP, UAGRO, UC, CONACYT, FIRA-BANCO DE MÉXICO, y en empresas como Bridgestone, Bureau Veritas, FEMSA y Motorola Mobility LLC. Sus intervenciones lo han llevado a todo México, a todos los países de Centroamérica, a Venezuela, Colombia, Ecuador y Puerto Rico.

Le invitamos a consultar nuestros artículos que publicamos en la columna ‘Rompiendo las reglas’ en el portal de El Diario de Finanzas.

El Coronavirus permanecerá con nosotros por meses, quizá por años. Será parte de nuestra vida en varias formas y eso traerá diversas consecuencias. Los mercados continuarán perdiendo poder adquisitivo, los clientes serán cada vez menos pero más exigentes -particularmente con el uso de su dinero-, se agudizará el desempleo, etc. Millones de empresas de todo tipo han colapsado y otras más están en vías. La situación será peor pero también mejor, ambas a la vez, y ubicarse en uno u otros extremos depende de las decisiones que tomemos hoy.

Sólo si logramos ver la pandemia como un acelerador que nos obliga a sobrerreaccionar, podremos crearnos posibilidades para la permanencia. Reaccionar es resiliencia o menos que eso, sobrerreaccionar lleva a la antifragilidad. Lo resiliente aguanta el estrés, conserva sus propiedades y sigue igual posteriormente; lo antifrágil mejora, se fortalecerse con ese estrés.

‘Una misma ráfaga de viento puede apagar una vela o avivar una hoguera. Es igual con el azar, la incertidumbre y el caos; queremos usarlos, no ocultarnos de ellos. Queremos ser la hoguera y desear la ráfaga de viento’.

Nassim Nicholas Taleb en su libro: Antifrágil, las cosas que se benefician del desorden-

Son tres las áreas críticas en las que la empresa debe sobrerreaccionar para evitar seguir cometiendo errores:

1.- Talento

Aprender a detectar el verdadero potencial de candidatos y colaboradores, y asignarles puestos alineados a sus habilidades innatas. Para ello debe evitar enfocarse en las competencias y en las pruebas psicométricas.

2.- Ventas

Innovar, no fallar en la prospección, construir el cierre de ventas desde el primer contacto. Negociar durante el transcurso y al final, no sólo al final. Evitar que los temores crezcan y se conviertan en objeciones. Crear constantemente clientes que recomienden, más allá que sólo vender

3.- Coaching

En lugar de tratar que mejoren sus debilidades, ayudar a los colaboradores a potenciar sus fortalezas, aquello que pueden hacer, con miras a la perfección, por condición natural. No perder tiempo, dinero ni esfuerzo tratando de convertirlos en quienes no son.

Solicite informes y fechas del programa abierto

Online Training:

Programa de Sobrerreacción en la Empresa.

Basado en resultados de investigaciones de la Organización Gallup, Daniel Kahneman, Richard H. Thaler, John Forbes Nash Jr. y Jim Collins entre otras fuentes científicas. 

Una experiencia enriquecedora, motivante y divertida. Los participantes encuentran el impulso, las metodologías y tareas necesarias para enfrentar la adversidad con entusiasmo e inteligencia. El consultor mantiene el contacto para ayudar a las personas a enfrentar sus retos después de cada curso.

Podemos impartirlo especialmente para su empresa, ya sean todos o sólo alguno de los módulos. El procedimiento es ágil, sencillo y económico. Lo ponemos a su disposición también en formato abierto.

Jesús González, jginstructores307@gmail.com