CFE es una empresa pública tan improductiva que aun siendo un monopolio federal vive en números rojos. Junto a PEMEX ya tuvo su propio tipo de FOBAPROA. Pierde dinero todos los años. Somos los mismos tristes ciudadanos pagando todo.
CFE en bancarrota
Un día en redes sociales, un buen mexicano, trabajador, escolarizado, trata con buena intención explicarme los subsidios de la CFE. Tras una interacción inicial, no se entera de la falacia de su argumento y responde. El argumento va así:
¨Entiendo que si no estás familiarizado con las tarifas de CFE no encuentres el subsidio, pero con gusto te lo explico. Cuando consumes menos de cierta cantidad de energía, menos de 150 KWh al bimestre, CFE te cobra esos 150 KWh a un precio muy bajo de 0.82 pesos por KWh, ese no es el precio real, el precio real es alrededor de 5 pesos por KWh, entonces tú pagas 0.82 y el gobierno paga la diferencia de ese costo. Luego, los siguientes 130 KWh te los cobran a un precio mayor, de, de 0.99 pesos, que tampoco sigue siendo el valor real, tú pagas 0.99 y el gobierno paga el resto. Finalmente, si gastas más de 280 KWh (150+130) entonces pagas a 2.9 pesos por cada KWh y la diferencia la paga el gobierno. Tú no te enteras de lo que paga el gobierno porque no te lo incluyen en el recibo…¨ y sigue su explicación de cómo el gobierno nos subsidia.
Tristemente por no conocernos, no podía enterarse si sé algo o nada de Economía. Pero peor, quiso discutir de tarifas eléctricas con un mexicalense. Más no es su culpa. En Mexicali los recibos de ´la luz´ nos llegan mensuales, son muy altos, y el ´subsidio´ sí viene impreso como ´apoyo gubernamental´.
Sin embargo, ¿quién paga el gobierno? ¿Qué son los impuestos? ¿Una compañía privada me vende la electricidad? No se dan cuenta que el monopolio público se auto subsidia. CFE es una empresa pública tan improductiva que aun siendo un monopolio federal vive en números rojos. Junto a PEMEX ya tuvo su propio tipo de FOBAPROA. Pierde dinero todos los años. Somos los mismos tristes ciudadanos pagando todo.
Una enseñanza brillante de Frédéric Bastiat en El Estado (1848), es que por lo general el ciudadano promedio solamente ve la mano dulce con la que el candidato hace campaña y vende promesas de prosperidad gratuita y sin esfuerzo; pero ignora la mano ruda con la que el Estado cobra impuestos y gasta.
Netflix y el impuesto digital
Sabes que tienes un país analfabeta económico cuando los medios de información constantemente escriben titulares como ¨Netflix subirá sus precios en México por nuevo impuesto digital.¨ La estrategia de tener por décadas una educación pública que no educa, y un mainstream económico que también enseña a vituperar al empresario ha logrado resultados.
No señores reporteros. Mentira. Los políticos subieron los precios a los consumidores. Por fiat legislativo las empresas se vuelven agentes fiscales al servicio del Estado con la severidad de las penas por incumplimiento (hazme la chamba gratis o cárcel). El intermediario (la empresa) está obligado a retener los impuestos del último enajenante (el comprador). Estos gravámenes son forzosos y solamente los traslada en favor de los políticos para comprar respiradores al hijo de Bartlett al doble de precio, por ejemplo.
He descubierto que poco a poco, tras plantearlo en estos términos, es posible hacer reflexionar al prójimo que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al igual que el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) para gas, gasolinas, vinos, cervezas, cigarros, licores y ´gansitos´ son impuestos al consumidor final como usted y como yo. Comprende que no se lo queda la empresa, lo ¨retiene¨ y lo ¨entera¨ al fisco, en ese lenguaje convenientemente obscuro.
Lo que no se ve cuando no se explica bien es que ¡así funciona la estrategia! La meta es esconderse detrás de la empresa ¨que sube precios¨ y confundir para que el ciudadano culpe a los perversos empresarios y sus utilidades. Pero la lana de los políticos no se toca. La de ellos es sagrada.
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