Ciudad de México, 1 de octubre de 2024.
La ahora presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha delineado su estrategia en materia energética con un enfoque que equilibra la promoción de energías renovables y el fortalecimiento de los sectores tradicionales de combustibles fósiles.
Durante su discurso, Sheinbaum nombró a Emilia Calleja como la directora general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), subrayando su compromiso con una transición energética responsable, pero manteniendo la preponderancia de Pemex y CFE en la industria energética nacional.
Sheinbaum ha basado su política energética en dos documentos clave de su campaña: “100 pasos para la transformación” y el “Proyecto de Nación 2024 – 2030”. Ambos documentos apuntan a una línea de continuidad con las políticas del gobierno anterior, lo que significa que, aunque su administración buscará una mayor adopción de energías limpias, también seguirá impulsando la inversión en combustibles fósiles a corto plazo.
“La presidenta ha planteado una estrategia de “doble vía”, que implica el fortalecimiento de la infraestructura actual de combustibles fósiles y, a la vez, preparar a la CFE para liderar una transición hacia energías renovables. Este enfoque reconoce que la infraestructura de combustibles fósiles en México representa una inversión significativa que no puede desmantelarse de forma abrupta, lo que implica un proceso de adaptación gradual”, comenta Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (COMENER).
Sin embargo, Sheinbaum admite que la situación es más compleja para Pemex. La empresa enfrentará mayores desafíos en su transformación hacia un modelo más sustentable debido a la naturaleza de sus operaciones y los cambios que exige el mercado global.
En su discurso, Sheinbaum subrayó la importancia de continuar “fortaleciendo” tanto a Pemex como a la CFE, defendiendo la soberanía energética de México como un objetivo central de su gobierno. La presidenta electa destacó la necesidad de revirar la política energética, reconociendo la escasez de recursos tradicionales y las limitaciones del uso prolongado de combustibles fósiles.
Entre sus propuestas clave, Sheinbaum mencionó la promoción de ecotecnias en zonas vulnerables, como una medida para reducir la dependencia de fuentes tradicionales de energía como la dendroenergía y el carbón. Además, se comprometió a incentivar proyectos de energía limpia a través de beneficios fiscales y a crear un entorno regulatorio favorable que permita la integración progresiva de energías renovables en la red eléctrica nacional.
Las reformas estructurales implementadas por el expresidente López Obrador en el sector energético añaden una capa adicional de complejidad a este debate. Particularmente, la llamada reforma de Industrias Estratégicas, que propone modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, plantea interrogantes sobre el futuro marco legal y el alcance de los cambios en la política energética bajo la administración de Sheinbaum.
Aún no se sabe con certeza cuál será el destino de estas reformas, pero es un tema que estará en el centro de las discusiones en los próximos meses.
El Consejo Mexicano de la Energía (COMENER)apoya las transformaciones en pro del medio ambiente que asegure el desarrollo energético sostenible de México, preservando su soberanía y, al mismo tiempo, atendiendo los desafíos del cambio climático y la escasez de recursos.
Para más información puedes visitar: http://www.comener.org
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