Ciudad de México a 19 de noviembre de 2024.
Los consumidores hemos tenido una curva de aprendizaje dolorosa y costosa con el Buen Fin a causa de malas prácticas comerciales.
Por un lado, se convoca al Buen Fin y por el otro se firma la renovación del PACIC. ¿Cuidar el gasto o consumir?
La coyuntura actual es de economías apretadas, por lo que el Buen Fin aparece como una exquisita provocación consumista.
El Buen Fin es una campaña que promueve el consumismo, la cual empezó en el año 2011 durante el sexenio de Felipe Calderón con el objetivo de aumentar las ventas comerciales en el país, buscando replicar la tradicional compra de saldos del mercado norteamericano en su jornada del Black Friday.
El gobierno federal convocó y promocionó esta iniciativa, llegaron a la cita las tiendas departamentales y de servicio, que recibieron a cambio estímulos fiscales; en tanto que para que los consumidores pudieran tener poder de compra se adelantó la entrega del aguinaldo al mes de noviembre y se les ofreció un sorteo con premiaciones económicas a quienes compran con tarjetas de crédito. El Buen Fin nace con la idea de ofrecer ofertas “nunca antes vistas” y la mayor de las ventajas es el financiamiento a meses sin intereses en sus compras.
“A pesar de ello, esta campaña se ha visto empañada por prácticas engañosas de no pocos comercios participantes que ofrecen productos obsoletos y que cargan al precio el costo del financiamiento de meses sin intereses. Otra deficiencia registrada es la venta de productos sin stock, obligando a los compradores a terminar en cancelación de compra. Qué decir del reetiquetado de precios días previo al Buen Fin (suben el precio para aparentar rebajas). El incumplimiento de las garantías ha sido otro de los yerros: el retraso en los tiempos de entrega y, el máximo de los delitos, de los cuales hay registro, fraudes maquinados a la sombra de la letra chiquita que regularmente los compradores confiados no atienden. En estos trece años los consumidores mexicanos hemos tenido una curva de aprendizaje dolorosa y costosa al haber sido presa en alguna ocasión de estas malas prácticas comerciales”, precisó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
En 2021, compañías importantes como Walmart, Suburbia, Sears y restaurantes de la cadena VIPS, anunciaron su salida del Buen Fin y decidieron armar sus propias campañas comerciales como el Hot Sale, bombardeando al mercado en el último trimestre del año con distintas tentaciones de consumo, aturdiendo al consumidor al recibir una tras otra de las supuestas ofertas provocando su endeudamiento. En este año, la edición oficial del Buen Fin es del 15 al 18 de noviembre; sin embargo, en la práctica muchos negocios la extenderán hasta el 20 de noviembre en busca de exprimir al máximo la oportunidad de venta.
El entorno inflacionario con los altos costos en los precios de los alimentos en los últimos años ha erosionado la economía familiar y puesto en jaque su calidad de vida. En esta situación el Buen Fin va a contraflujo de lo que habría que hacerse en tiempo de incertidumbre económica, por lo que ANPEC convoca a la población a tener un consumo responsable, priorizar las compras necesarias sobre lo suntuario y prescindible, evitar endeudamientos que nos lleven a cuentas impagables y a la morosidad, todos debemos entender que la coyuntura actual es de economías apretadas, por lo que el Buen Fin aparece como una “exquisita provocación consumista”.
“Mientras por un lado el gobierno convoca al Buen Fin, por el otro firma junto con los supermercados la renovación del Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), cuyo objetivo es reducir el precio de veinticuatro alimentos de la canasta básica a $910.00, en busca de economizar $129.00 en auxilio a las finanzas familiares. Luego entonces, con el PACIC economizar y con el Buen Fin gastar y en muchas sólo gastar, empujando a muchos a encharcarse con créditos cuyo pago estresa en lugar de aliviar la economía del hogar. Están haciendo bolas a la gente: ¿deben cuidar el gasto o consumir como en tiempos de jauja? La apuesta debe ser por una ética de consumo responsable. Al pequeño comercio también le toca resistir el Buen Fin cuando nuestros clientes, ya de por sí con economías al límite, llegan a pedir fiado a nuestros puntos de venta para comprar lo esencial, los alimentos del día a día, al verse apretados por pagar las deudas contraídas en este evento”, sentenció Rivera.
Tips para sobrevivir al Buen Fin
No debemos permitir que el Buen Fin nos meta en problemas. Aquí unos consejos: planear las compras de acuerdo a nuestra capacidad de pago, evitar caer en fraudes investigando antes de comprar, verificar garantías, leer las letras chiquitas, no llevar mucho dinero en efectivo a la hora de comprar, hacer una lista de lo que de verdad se necesita para evitar las compras por impulso y, sobre todo, no caer en los tarjetazos. Hay que prevenir a toda costa futuros dolores de cabeza por no poder pagar las mensualidades.
#ConsumoResponsable #NoAlConsumismo
Mauricio Neblina, mauricio@corecom.agency
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