Lo de “fascista” es un insulto fácil, un epíteto, un calificativo de quien piensa poco, y ataca a quien resueltamente se opone al narcocomunismo del siglo XXI, llámenlo como lo llamen.
Ha firmado la Carta de Madrid un puñado de panistas y se les vino encima un terremoto de acusaciones y vestiduras rasgadas. Curiosamente, ante tal andanada de epítetos y acusaciones, casi nadie habla del documento firmado y de su contenido. Es breve:
CARTA DE MADRID
EN DEFENSA DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA EN LA IBEROSFERA
Más de 700 millones de personas forman parte de la Iberosfera, una comunidad de naciones libres y soberanas que comparten una arraigada herencia cultural y cuentan con un gran potencial económico y geopolítico para abordar el futuro.
La Iberosfera tiene todas las condiciones para ser una región de libertad, prosperidad e igualdad ante la ley. Sus pueblos no están condenados por ningún tipo de determinismo histórico.
Sin embargo, una parte de la región está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países. Todos ellos, bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, que se infiltran en los centros de poder para imponer su agenda ideológica.
La amenaza no se circunscribe exclusivamente a los países que sufren el yugo totalitario. El proyecto ideológico y criminal que está subyugando las libertades y derechos de las naciones tiene como objetivo introducirse en otros países y continentes con la finalidad de desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho.
A través de esta Carta de Madrid, apoyada por diferentes líderes políticos y sociales con visiones e ideas distintas e incluso divergentes, queremos afirmar que:
El avance del comunismo supone una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de nuestras naciones, así como para las libertades y los derechos de nuestros compatriotas.
El Estado de Derecho, el imperio de la ley, la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad privada son elementos esenciales que garantizan el buen funcionamiento de nuestras sociedades, por lo que deben ser especialmente protegidos frente a aquellos que tratan de socavarlos.
La defensa de nuestras libertades es una tarea que compete no solo al ámbito político, sino también a las instituciones, la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia, etc.
El futuro de los países de la Iberosfera ha de estar basado en el respeto a la democracia, los derechos humanos, el pluralismo, la dignidad humana y la justicia, por lo que los abajo firmantes expresan su compromiso de trabajar conjuntamente en la defensa de estos valores y principios.
Hasta aquí un documento firmado por “fascistas” y “traidores a la patria”.
No es sólo del partido político Vox; proviene de la cumbre del Parlamento Europeo ECR-Eurolat 2021, celebrada en junio. Participaron en ella, por ejemplo, María Corina Machado (Venezuela), Giorgia Meloni (Italia), Santiago Abascal (España), Jaros?aw Kaczy?ski (Polonia), Víctor González Coelho (Portugal), Javier Milei (Argentina), etcétera.
Una conclusión de este foro: “Las fuerzas opuestas a los proyectos totalitarios que encarnan tanto el socialismo del siglo XXI en Iberoamérica como el globalismo en la Unión Europea no pueden reducir su campo de acción a la mera propuesta y gestión económica y patrimonial de las naciones, sino que tienen que unirse para librar la denominada ‘batalla cultural’ contra una izquierda que, hoy por hoy, controla las principales estructuras mediáticas, educativas y culturales de ambos continentes para extirpar la amenaza dictatorial de raíz.”
Vamos a ver: ¿Fascistas atacando la amenaza dictatorial, y defendiendo la libertad y la democracia? Y la pluralidad, el Estado de Derecho, la igualdad ante la ley, la separación de poderes, la propiedad privada y la dignidad humana. Si todo eso es fascista, apúntenme por favor. Yo firmo esa carta (pero quítenle eso de “Iberosfera”).
Supongamos que la carta no importa, pues no hablan de ella. Hablan del mensajero, el político español que preside un partido de derecha (Vox) y por lo tanto, es fascista. De nuevo, vamos a ver.
Santiago Abascal es hijo de un vasco amenazado, atacado y arruinado por ETA, ampliamente reconocido como víctima del terrorismo. Empezó su carrera en el Partido Popular pero lo abandonó por desacuerdos fundamentales con el presidente Rajoy: por la corrupción, y su política ante ETA. A ver si eso lo hace fascista. Real Academia:
fascismo
1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.
2. m. Doctrina del fascismo italiano y de los movimientos políticos similares surgidos en otros países.
3. m. Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo.
El revolucionario ex marxista Mussolini, tras la Gran Guerra, inventó el fascismo y Hitler lo imitó. Todo fascismo es, ante todo, estatista y colectivista (antiindividualista), con líderes carismáticos y ególatras; antiliberal, anticomunista y antidemocrático. El comunismo también es colectivista, antiindividualista, estatista, antiliberal y antidemocrático. Ambos, formadores de estados policiacos, gobernados por un dictador, despreciando a las personas y alimentando campos de concentración.
No veo que la carta o el presidente de Vox o su partido pugnen por el corporativismo, estatismo, colectivismo o totalitarismo. Vox es conservador en sus posiciones políticas y liberal en las económicas. Por ejemplo, pide bajar impuestos; y suprimir las autonomías, burocracias que no ayudan al desarrollo y consumen proporcionalmente más impuestos que en el resto de Europa.
Vox es conservador, manifiestamente contra la corrección política, la cultura única, el globalismo cultural, la inmigración ilegal, la cultura de género, el aborto; defiende la familia tradicional y la vida humana, especialmente de los indefensos. En el fascismo nazi mataban a los niños deformes y a los homosexuales. En cambio, Abascal dice sobre la adopción por parejas homosexuales:
“Debería tener preferencia la unión de un hombre y una mujer. Si hay un niño al que no le quiere nadie y lo van a adoptar dos homosexuales, yo los aplaudo. Pudiendo elegir, es preferible que esté con un padre y una madre”.
El fascista aplaude la adopción homosexual. Curioso. Y esto: “Los homosexuales pueden tener una unión civil, pero no matrimonial, eso es la unión entre hombre y mujer”.
Si quieren vivir juntos bajo un contrato que les dé garantías semejantes a las de un matrimonio, adelante, pero no lo llamen matrimonio. (Esto lo digo yo: la raíz de matrimonio es mater, madre.) Ese fascista defiende una unión homosexual con derechos como los de un matrimonio, pero llamarlo de otra manera. Fascista seré yo, de nuevo.
Vox es claramente anticomunista (seguramente por eso lo odian) y también yo: soy partidario inequívoco de la libertad individual. Hoy dicen que el comunismo es cuestión de la guerra fría, es del pasado, que quien previene de él es un trasnochado. ¿Será?
El comunismo es el socialismo del siglo XXI al estilo Chávez. Lo impulsa el Foro de Sao Paulo, al que se refiere la carta. El Foro fue fundado por un gran estratega llamado Fidel Castro, que siempre quiso exportar su revolución al continente, pero ya no con la lucha armada sino con democracia: implantar democráticamente un colectivismo populista y marxista para después acabar con la democracia y con la libertad, aliado con la criminalidad organizada. Fidel y Lula hicieron ese Foro para exportar el comunismo (o socialismo o populismo, lo mismo da). Allí están Venezuela, Nicaragua, Argentina, Perú, Ecuador, Bolivia; y ahora México. Morena es firmante de él. López Obrador se adhirió desde que estaba en el PRD, y patrocinó el Grupo de Puebla, su sucesor. Esos “terceros países” apapachan a dictadores que piensan como ellos. Y a criminales.
Dijo esto Abascal: López Obrador “está mucho más cerca de lo que representan los regímenes comunistas que en estos momentos hay en Iberoamérica, que los que representan la adhesión a las libertades, a las democracias, al Estado de Derecho y división de poderes”. A ver, ¿es mentira?
Por eso tanta oposición. Lo de “fascista” es un insulto fácil, un epíteto, un calificativo de quien piensa poco, y ataca a quien resueltamente se opone al narcocomunismo del siglo XXI, llámenlo como lo llamen. Es nuestro poco inteligente ambiente “intelectual”, y un periodismo amigo de los lugares comunes, los adjetivos, las geometrías y las etiquetas. Se puede estar o no de acuerdo con Vox, pero no argumentando con adjetivos.
El inefable Mario Delgado se fue de bruces: “Quien firme esa Carta de Madrid debería ser juzgado por traición a la patria. Es una traición a la patria por parte de los conservadores de México, de la derecha, que se asocien con la ultraderecha española, que está muy cerca del nazismo y que los panistas vean a este personaje como su Maximiliano”. En serio, eso dijo.
El impacto mediático
Hasta aquí los contenidos y hasta aquí los insultos facilotes. Pero fue sumamente imprudente firmar eso con tal argüende, en la circunstancia actual de México.
Si la política es percepción, inequívocamente fue irreflexivo y casi suicida dar tal difusión a esa visita y meterse en esos enredos. El mismo Abascal dijo: “Nosotros no queremos simplemente impulsar una carta, un manifiesto, un papelito que no valga para nada, queremos que se construyan estructuras en sentido inverso y opuesto a las que han impulsado los comunistas.”
Obvio. Firmar un papelito no vale para nada y resultó un tiro por la culata a la causa de fondo de construir estructuras encaminadas a la libertad, los derechos humanos, el Estado de Derecho, etcétera. Resultados, no declaraciones. Es seria y profunda la convocatoria a trabajar en esas estructuras. Esa carta la firmaría yo, pero sin alharaca. Lo importante no son los pronunciamientos públicos, sino el trabajo de fondo.
Con tan gigantesca quemazón, se pusieron de pechito ante Morena. Y lo peor de todo, quemaron la posibilidad de coordinar con la “Iberosfera” (¡vaya terminajo!) un trabajo de conjunto, con estrategias y acciones. El Foro de Sao Paulo gana sin hacer ruido.
Con todo, habrá que trabajar en ello. Concuerdo con Santiago Abascal: “Quienes se abrazan a tiranos y protegen a narcos no van a impedir nuestra causa a favor de la libertad de las naciones”.
• Socialismo • Totalitarismo • Progres nacionalistas • “4ta transformación”
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