Ciudad de México, 5 de junio de 2020.
Si bien es cierto que en muchos casos resulta una inconveniencia, duele o inflama, y en más de una ocasión nos ha tomado desprevenidas causándonos manchas en la ropa, la menstruación es un signo de nuestra salud reproductiva y una parte íntimamente relacionada con el hecho de ser mujer.
Hay que aceptarla como lo que es, una señal de que somos mujeres y que, si lo deseamos, podemos gestar un ser humano dentro de nuestro cuerpo. La menstruación forma parte de nosotras al ser la preparación que mes a mes hace nuestro cuerpo para implantar un óvulo fecundado dentro de nuestro útero, es una coordinación hormonal de armonía perfecta, y un trabajo biológico más preciso que el del mejor reloj suizo.
Muchas no notamos o no sabemos diferenciar cambios entre un período y otro, pero es necesario saber cómo nos habla la sangre que nuestro cuerpo libera con cada menstruación.
La menstruación como símbolo de salud
Nuestro cuerpo siempre nos manda señales de cómo va su funcionamiento y el flujo menstrual es un muy buen test de medición para saber si estamos sanas o si es momento prestarle mayor atención. El color, la cantidad, la textura, la consistencia y la duración del sangrado son los principales patrones que debemos tener en cuenta para determinar si existe alguna anomalía.
Hay quienes tienen ciclos muy regulares, mientras que, en otros casos, el ciclo varía de un mes a otro. Los periodos irregulares son muy comunes durante la juventud. Dado que el periodo menstrual es impredecible, es difícil saber con seguridad cuándo vas a ovular (incluso aunque realices un seguimiento meticuloso del ciclo menstrual).
Recordemos que nuestro ciclo menstrual se divide en tres fases, estas consisten en:
Fase folicular:
Comienza el primer día de la menstruación, los niveles de progesterona y estrógeno son bajos, provocan el desprendimiento de la capa interior de útero y la salida del sangrado menstrual a través de la vagina.
Fase ovulatoria:
El óvulo viaja a través de la trompa de Falopio hacia el útero, donde puede ser fertilizado por un espermatozoide. Si el óvulo no es fertilizado este se desintegra.
Fase lútea:
El cerebro segrega la hormona sexual que liberan los ovarios y posteriormente la placenta, tiene la función de preparar el útero para ser fecundado. Si esto no sucede, se regresará al inicio del ciclo con la siguiente menstruación.
Esta explicación breve ilustra cómo todo sucede de una manera perfecta y armoniosa, en el momento adecuado y con la intervención de todos los elementos indispensables, para lograr el milagro de la vida. ¡No es poca cosa!
Por otra parte, la ausencia de la menstruación, llamada amenorrea, en una mujer de edad fértil y que no está embarazada podría ser signo de problemas de salud, por ejemplo, síndrome de ovario poliquístico, problemas de la tiroides, tumores en la hipófisis o de una anomalía estructural.
Abracemos y aceptemos la menstruación como signo de feminidad y salud. No pensemos en ella como una enfermedad o una maldición, porque es todo lo contrario; es una señal inequívoca de que el cuerpo está preparado para el desafío biológico más grande y se trata de la gestión de un bebé.
Recuerda que estar informada te ayudará a conocer mejor tu cuerpo y notar si algo no está bien, si deseas conocer más sobre el tema, visita:
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Nayeli Alvarez, Communika, nalvarez@communika.com.mx
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