septiembre 19, 2024

EMPREFINANZAS

ABRIENDO NUEVOS CAMINOS HACIA LA INFORMACION

LA LOMBRIZ Y EL ELEFANTE

Isaac Katz

“MUCHAS OTRAS PREGUNTAS SON LAS QUE NOS TENEMOS QUE HACER CUANDO EVALUEMOS LAS PROPUESTAS DE LOS DIFERENTES CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA.”

Recuerdo el cuento del alumno que iba a presentar un examen de biología y decidió estudiar solamente la anatomía del elefante. Cuando le entregan el examen, la pregunta era sobre la lombriz, tema que ignoraba, por lo que su respuesta fue: «la lombriz se parece a la trompa del elefante; el elefante…».

En el artículo de la semana pasada titulado «Riqueza vs Rentas», escribí que frente a la elección presidencial era necesario evaluar las propuestas de los diferentes candidatos en un tema en específico: quienes proponían un arreglo institucional que, bajo igualdad de oportunidades de acceso a todos los mercados (bienes, servicios y factores de la producción) incentivara la acumulación de riqueza con uso productivo, es decir inversión en capital físico y capital humano y quienes proponían un arreglo institucional caracterizado por incentivar la búsqueda y apropiación de rentas, siendo que el primero es la condición necesaria para lograr crecimiento económico sostenido, mientras que el segundo, además de inhibir el crecimiento, se caracteriza por el hecho de que quién ejerce el poder político determina quién gana y quién pierde, un sistema en donde, en consecuencia, no existe la igualdad de oportunidades.

No sé si sea un problema de comprensión de lectura, flojera de leer más allá del título o una idea preconcebida respecto de lo que es generación y acumulación de riqueza, pero a través de Twitter recibí un enorme número de comentarios que pueden resumirse en una frase: «la acumulación de riqueza es injusta» y prácticamente ninguno que afirmara que efectivamente lo injusto, además de ineficiente, es un sistema rentista.

Quienes hicieron el primer tipo de comentarios después de haber leído el artículo, al parecer se les escapó o de plano no entendieron, en ambos casos reflejo de un grave problema de comprensión de lectura, el término «igualdad de oportunidades» y no alcanzaron a percibir, a comprender, que un sistema rentista, carente de igualdad de oportunidades, es uno que deriva en que unos cuantos, quienes son electos como los ganadores, acumulan riqueza a través de un proceso en el cual su ingreso es superior al valor de lo que aportaron para su generación.

La preguntas relevantes que tenían que haberse hecho, habiendo leído y entendido el artículo, tenían que ser ¿cómo incentivar la generación y acumulación de riqueza bajo un esquema de igualdad de oportunidades?, ¿qué características debe tener el arreglo institucional, cuáles tienen que ser las reglas formales del juego establecidas en el marco legal, para lograr la igualdad de oportunidades?, ¿qué papel tiene que jugar el gobierno en el diseño e instrumentación de las políticas públicas?, ¿es deseable y en qué grado la intervención del gobierno para reducir la inequidad de resultados y cómo lograrlo al menor costo posible en eficiencia?, ¿por qué y cómo inhibe el crecimiento un sistema rentista?, ¿cómo romper el statu quo que caracteriza nuestro actual arreglo institucional que deriva, en muchos casos, en la apropiación de rentas?, ¿quiénes son los ganadores y los perdedores del sistema actual y cuánto nos ha costado? ¿cómo se afectan las finanzas públicas con un sistema rentista? Estas y muchas otras preguntas son las que nos tenemos que hacer cuando evaluemos las propuestas de los diferentes candidatos a la presidencia.

Lo que no es aceptable es actuar como el alumno del cuento, de que cuando leen riqueza inmediatamente contestan injusto porque es lo único que se saben. Allí están las preguntas para las cuales hay que estudiar, porque igual les preguntan la lombriz y no el elefante.

*Artículo publicado originalmente en El Economista.

Elecciones México 2018