“EL SENADOR FRANCISCO BÚRQUEZ HA PROPUESTO LA INICIATIVA DE LEY DE COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN EXTRANJERA QUE, DE APROBARSE, SUPONDRÍA AVANZAR POR EL CAMINO DEL PROGRESO ECONÓMICO.”
El senador Francisco Búrquez ha propuesto la Iniciativa de Ley de Comercio Exterior e Inversión Extranjera que, de aprobarse, supondría avanzar por el camino del progreso económico, ya que su resultado sería el verdadero libre comercio, y no un comercio internacional un poco más libre o, lo que es lo mismo, un poco menos trabado, todavía con lastres y obstáculos impuestos por el gobierno, y con la posibilidad de que éste reaccione a las medidas proteccionistas contra las exportaciones mexicanas hacia los Estados Unidos con medidas proteccionistas contra las importaciones estadounidenses hacia México. Con la nueva Ley esta posibilidad se eliminaría.
Centro la atención en el artículo 2 de la Ley: “La exportación e importación de bienes y servicios será libre en los Estados Unidos Mexicanos. Se suprimen todos los aranceles y cualquier otra tarifa de exportación e importación y no se autoriza al Ejecutivo a imponer nuevas. Se suprimen todas las medidas de restricción comercial no arancelarias y no se autoriza al Ejecutivo a imponer nuevas…”, todo lo cual daría como resultado, ¡por fin!, el verdadero libre comercio, que se da en los países en los cuales se permite que sean los consumidores, ¡sin ninguna intervención gubernamental!, quienes, comprando o dejando de comprar, determinen la composición (el qué) y el monto (el cuánto) de las importaciones. Donde hay verdadero libre comercio los ciudadanos pueden comprar lo que les da la gana (producto nacional o importado), a quien les da la gana (oferente nacional o extranjero), en donde les da la gana (en su nación o en otro país), lo cual es justo (se respeta el derecho a la libertad para comerciar como más convenga) y eficaz (dado que se comercia como más conviene aumenta el bienestar de los involucrados).
En las últimas décadas, al paso de la eliminación y reducción de las medidas proteccionistas, lo cual facilita las importaciones, y de los tratados de libre comercio, que facilitan las exportaciones, el comercio internacional de México se ha vuelto más libre o, dicho de otra manera, menos trabado, lo cual resulta insuficiente. El gobierno sigue interviniendo en las relaciones comerciales entre mexicanos y extranjeros, prohibiéndolas, limitándolas o condicionándolas, lo cual es éticamente injusto (viola derechos) y económicamente ineficaz (disminuye el bienestar). Por eso resulta oportuna la Iniciativa de Ley de Comercio Exterior e Inversión Extranjera del senador Búrquez.
Para quienes tengan dudas consideren, uno, que las importaciones aumentan la cantidad, calidad y variedad de los bienes ofrecidos a los consumidores, condición necesaria para elevar su bienestar y, dos, que generan competencia para los productores nacionales, obligándolos a volverse más productivos (hacer más con menos) para poder ser más competitivos (ofrecer a menor precio, con mayor calidad y mejor servicio), en beneficio de los consumidores. Todo ello, ¿tiene algo de malo?
Ojalá que pronto esté vigente la Ley de Comercio Exterior e Inversión Extranjera del senador Búrquez. ¿Nos hacemos ilusiones?
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