¿A QUÉ EQUIVALE UN PESO?

Arturo Damm

“EN EL MUNDO DEL DINERO FIDUCIARIO, SIN RESPALDO DE NINGÚN TIPO, SIN VALOR INTRÍNSECO, LA PREGUNTA ¿A QUÉ EQUIVALE UN PESO? NO TIENE RESPUESTA.”

Probablemente usted, acostumbrado al dinero fiduciario, sin valor intrínseco, sin respaldo de ningún tipo, nunca se ha preguntado ¿a qué equivale un peso? En el mundo del dinero fiduciario, sin respaldo de ningún tipo, sin valor intrínseco, mundo que es el del peso, el de nuestro dinero, con el cual se remunera nuestro trabajo, con el cual compramos bienes y servicios, ¿cuál es la única respuesta posible? Solamente ésta: un peso equivale a todo aquello que se puede comprar con un peso, de tal manera que si el precio del bien X es un peso, en ese momento el peso equivale a X. Y escribo “en ese momento” porque el precio de X puede variar, tanto a la alza como a la baja, y hacerlo por una de tres razones: 1) porque se modifique la relación oferta – demanda de X; 2) porque haya inflación; 3) porque se modifique la relación oferta – demanda de X y haya inflación.

El hecho es que el peso no tiene una equivalencia fija con relación a algo, de tal manera que la pregunta ¿a qué equivale un peso? no tiene respuesta, como no la tiene cuando se trata, tal y como es el caso del peso, del dinero fiduciario, sin valor intrínseco, sin respaldo de ningún tipo, lo cual quiere decir que quien produce el dinero, en nuestro caso el Banco de México, no tiene la obligación legal de entregarnos, a una equivalencia fija, nada a cambio de sus billetes y sus monedas. Eso es lo que quiere decir que el dinero fiduciario no esté respaldado por algo (históricamente ese algo fue el oro y la plata), razón por la cual no tiene valor intrínseco.

Tomando en cuenta lo anterior, ¿usted se queda tranquilo? Considérelo un momento: a usted le pagan por su trabajo con dinero que es, o pedazos de papel (billetes) o trozos de metal (monedas), que, si no cero, tienen muy poco valor intrínseco. ¿Por qué lo acepta? Porque la ley lo obliga.